El viejo farol ha servido lealmente a su dueño durante largos años; sin embargo, sus días se acaban, el alcalde de la ciudad ha decidido sustituir los viejos faroles de aceite por otros más modernos de gas. Pero el corazón del viejo farol es tan grande y generoso que la brisa de la noche ha decidido concederle un regalo muy especial, solo debe esperar a que alguien encienda una vela dentro de él para que éste se haga realidad.