La esposa del tamborilero siempre quiso tener un hijo, la suerte se apiadó de ella concediéndole uno con los cabellos rojos como el fuego y un buen oído para la música. Pasados los años Peter, que así se llamaba el hijo del tamborilero, creció, al igual que lo hizo su gran talento musical; sin embargo, su padre no parecía contento con la idea de tener un hijo músico, un militar de renombre y valentía le parecía más digno, ¿cuál sería finalmente el destino de Peter?