Como recompensa a sus muchos años de fiel servicio, el caballo del emperador recibe unas magníficas herraduras de oro, el pueblo celebra así su bravura y valentía en las batallas; sin embargo, un pequeño escarabajo que habita en las cuadras reales no parece estar de acuerdo, ¿acaso no ha servido él mismo con igual bravura? Indignado ante tal falta de respeto, el escarabajo decide abandonar su hogar y recorrer mundo, tal vez así encuentre el reconocimiento que se merece.